UNA DESAFORTUNADA COINCIDENCIA

En el verano del 2002, fui invitado por mi colega y amigo Dr. Carlos Rodríguez a participar en un vuelo de reconocimiento del Río Meta, en el oriente colombiano, donde su firma consultora estaba llevando a cabo estudios de línea de base de hidrología e hidráulica.

La mañana del vuelo nuestro equipo procedió a abordar el avión, un monomotor Cessna. Después de dos horas de vuelo sin novedad, nos vimos obligados a abortar la misión debido a que el cielo se nubló repetinamente, haciendo imposible divisar el terreno. El piloto procedió a hacer una vuelta en U y regresamos a Villavicencio, prometiendo regresar en otra oportunidad.

Cuando bajamos del avión, fuimos detenidos por agentes de seguridad del aeropuerto. Éstos nos dijeron que habíamos circumvolado encima de una base naval, y demandaron una explicación.

Nos tomó algun tiempo explicar que nuestro objectivo era el reconocimiento de la zona para propósitos civiles, que no estábamos al tanto de la existencia de la base naval en ese lugar, y que la vuelta en U del piloto, precisamente encima de la base naval, era sólo una desafortunada coincidencia.

 

El Río Meta, en el departmento del Meta, Colombia Oriental

El Río Meta, en el departmento del Meta, Colombia Oriental.